Nuevamente Arturo Álvarez descontextualiza el uso habitual de un material, explorando sus posibilidades hasta conseguir un resultado sorprendente.
Partiendo de un hilo de acero frío, en una primera aproximación, juega con él embrollándolo en sí mismo, componiendo elementos orgánicos y convirtiéndolo, con este gesto, en algo cálido. De este trabajo surge un universo de formas, de una sutil elegancia y delicadeza, por las que se escapa una luminosidad extraordinaria.
El acero inoxidable en acabado blanco es un material resistente y compacto, que no se deteriora con el paso del tiempo.
Colores: blanco